La vida es un viaje apasionante. Y rodearte de personas que te hacen la experiencia mucho más divertida es una obligación que tenemos con nosotras mismas... y que no siempre cumplimos.
El motivo de rodearnos de personas que poco a poco intoxican nuestro día a día puede tener la razón en un montón de cosas pero hoy no voy a hablar del trigger que activó todo.
Hoy quiero reflexionar contigo sobre cómo podemos construir relaciones sanas desde ahora mismo.
Hace unas semanas, me puse a pensar sobre esto y me di cuenta de la poca importancia que le damos en nuestro día a día a identificar si tenemos relaciones sanas en nuestro entorno.
Por lo general, si alguien "nos ralla" aguantamos y seguimos después con nuestra vida. Y esto es un error porque nos estamos dando un mensaje erróneo que activa patrones de comportamiento que se repiten una y otra vez en nuestra vida.
Tienes que ser la protagonista de tu propia vida, y no en plan Hollywood de primera parte drama total y segunda parte todo va súper bien. No.
La idea es disfrutar del proceso continuamente. Con alegrías y decepciones pero escogiendo a todas esas personas que nos rodean día tras día.
Construir relaciones sanas, es mucho más importante que tener una relación seria (de cualquier tipo amistad, trabajo o amor) que está llena de una gran carga tóxica.
Las personas no son tóxicas. Es el sentimiento de toxicidad que nos hacen sentir lo que nos bloquea, por eso lo mejor es rodearte de personas que emitan tus mismas vibraciones.
Claro, esto es difícil, sobre todo cuando tienes un entorno totalmente construido. Salir de tu ecosistema es difícil y es cuando piensas —Mira, casi me aguanto con lo que tengo que verás lo que me encuentro por ahí... Pero esa no es la cuestión, lo importante es buscar qué te hace bien y repetirlo una y otra vez.
Rodearte de personas que te hagan sonreír, con las que poder tener conversaciones bonitas, que te abracen, que te acaricien cuando lo necesitas y sobre todo que sea fácil estar con ellos/ellas.
Empieza poco a poco, con calma a redirigir esta selección de personas que conformarán tu vida, tu día a día para poder disfrutar de cada momento rodeada de personas que te hacen bien. Lo importante no es cuánto tiempo estarán en tu vida. Lo relevante es el impacto positivo que tendrán en ti y tú en ellas.
►Cap. 97. "Relaciones sanas. Relaciones serias."
También es importante el tipo de relación que tienes contigo misma.
Una de las cosas que más me rechifla de mi día a día es dedicarme a esos momentos sencillos que comparto conmigo misma.
Esos momentos en los que si no estás bien, tu cabeza estará pensando continuamente —"A quién tengo que llamar para charlar un rato…" y es precisamente en esos momentos en los que toca hablar contigo, mimarte, dedicar tiempo a "tareas invisibles" que hacen tu vida mucho más cómoda.
Todas aquellas cosas que hagas en casa, en el trabajo y que te resulten "sencillas" son las que más tienes que disfrutar, porque en sí mismas son distintas formas de meditar, calmar tu mente y centrarte en lo más importante, en ti.
Cuando te centras en tareas sencillas de tu día a día, sin miedo a estar sola, disfrutando del simple hecho de hacer lo que haces, aprendes a disfrutar de tu propia compañía.
Cuando disfrutas de ti, y después sales con alguien a dar una vuelta o a tomar algo, esa persona disfrutará igualmente contigo.
Aprender a estar bien contigo primero y después bien con los demás hace que tengas relaciones sanas.
Aquí comparto contigo algunos de esos momentos, en los que disfruto haciendo cosas sencillas sola. Cosas que llenan pequeños momentos de mi vida en los que rindo tributo a disfrutar sin prisa, a observar, a contemplar y a vivir.
Cuando vives bien para ti, disfrutas de los demás.
Aprender a reconocer y a aceptar a personas con las que tener relaciones sanas en tu vida, es un ejercicio que se aprende a través de la prueba y el error a lo largo de la vida.
Espero de corazón que este vídeo podcast reenfoque algo tan importante como son las personas de las que nos rodeamos en nuestro día a día.
Con cariño,
Amalia